
"- Si quieres una rosa roja -dijo el rosal al ruiseñor- tienes que hacerla con música al claro de luna, y teñirla con la sangre de tu propio corazón. Tendrás que cantar para mí con el pecho apoyado en una espina. Cantarás para mí durante toda la noche y la espina te atravesará el corazón, y la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía."
O. Wilde. El ruiseñor y la rosa
Dar tú sangre por el ser amado, se hace sín mediar nada. Se dá porque así se siente.
ResponderEliminarUn cálido saludo
iris de Sesc
Bellas palabras y más bello lo que desprendes de ellas.
ResponderEliminarEs un gustazo para Mí haberte encontrado.
Un beso respetuoso para ti y un saludo cordial para tú Señor